Carlos Barrunto (Holguín, Cuba, 1952) acaba de publicar Como casi nadie sabe (Editorial Silueta, 2008), su primer libro, y aunque no se puede decir que sea un escritor joven, sí se puede afirmar que se trata de una nueva voz poética, que enriquece la siempre creciente y renovada literatura cubana.

El volumen reúne veinticinco poemas, cuidadosamente trabajados, donde cada adjetivo (aún aquellos "peligrosos"), se integra con armonía al conjunto, entregando estructuras formales que resultan refrescantes, reflexivas, que transmiten con agudeza y elegancia, sensaciones, ideas que invitan al examen y que proponen sutiles acercamientos a la naturaleza, la gentes, los seres y los lugares queridos, a la poesía misma.

Como un buen augurio de lo que depara el libro, el primer poema que nos brinda Barrunto, El amor es breve, expresa: "Me faltó el tiempo/ para llegar a esa calle./ Me demoré buscando/ una hebra de madera hermosa/ para tus ojos./ Se hizo de noche/ y ya ves,/ olvidé el tiempo,/ olvidé mi ofrenda;/ lo olvidé todo". A partir de ese momento, el lector se entrega a una lectura agradable y confronta la poética de un interesante escritor.

El titulado Allegro, un rítmico poema de amor, dice en sus primeras estrofas: "Ha vuelto mayo./ Nuestro lecho se ha cubierto/ de azahares/ y el agua colma los estanques./ Sea entonces la vida/ el manantial soñado./ Ilumine el relámpago/ tu pecho/ y hágase en mi cuerpo tus delicias". Un poema curtido, sencillo en el lenguaje y demandante en su propuesta.

En Como casi nadie sabe hay homenajes a grandes figuras, como a Rainer Maria Rilke y a Edith Piaf. La poesía de Barrunto posee una musicalidad propia y una cadencia que arrastra. Música donde hay sedimentos de infinitas lecturas que van desde los clásicos españoles y los norteamericanos, hasta la gran poesía egipcia, la del Canto del Arpista y la Conversación de un desesperado con su alma.

Los poemas que conforman este libro son expresiones de vida, de experiencias acumuladas, de deseos cumplidos y proyectos aún por alcanzar. Poesía cotidiana, íntima, más bien solitaria, para ser leída al oído. Cada verso está cincelado con la precisión del escultor para no dejar escapar un detalle, para resumir en pocas palabras (como demanda la verdadera poesía) un cúmulo de motivaciones con los mínimos recursos expresivos: "Anduve el mundo para encontrarte./ Derribé torres y castillos./ Me enfrenté a los monstruos seculares/ de las villas inocentes./ Sobreviví a las catástrofes del humo/ y acabé con mis flaquezas./ Todo,/ para besar tu mano en la tiniebla/ y pedirte, temblando de miedo,/ que me salves". Un buen libro que habrá que tener en cuenta cuando se hable de buena poesía.

Carlos Barrunto ha esperado mucho tiempo para entregar su primer libro. Aunque había publicado en diversas revistas literarias, un escritor no lo es del todo hasta que aparezca un libro, que permita establecer el poder de su talento. Ya ese enigma se ha disipado y el público de Miami tendrá la oportunidad de escucharle leer este viernes 20 de junio, a las 7 de la noche en la galería Delio Photo Studio, 2399 Coral Way, tras ser presentado por el escritor Manuel Vázquez Portal. Puede llamar al teléfono 305 856-5632 para obtener más información.