'5 PREGUNTAS A ROLANDO JORGE.'
Por Luis de la Paz, Diario Las Américas
Sábado, 25 de febrero de 2012

El escritor Rolando Jorge (San Antonio de los Baños, Cuba, 1955), conduce su obra por senderos donde la ironía, el humor y el hermetismo, marcan la cadencia de sus poemas, sus reflexiones y sus notas que califica de diario. Es un autor difícil, pero como decía Rilke "que algo sea difícil es un motivo más para realizarlo". Así, con perseverancia y disciplina, me he acercado a su poesía que percibo como desafiante (con los peligros que estos retos encierran). No obstante, hay en este poeta, en sus laberintos expresivos, un camino de ruptura y confrontación, que me identifica con su obra.

El propio autor sitúa su poesía "dentro del trobar clus (trobar ric) por su entramado", señala. Al conectarla con el estilo y las formas cerradas y complejas creadas por Marcabrú (1130-1150), Jorge coloca su poesía (al igual que ocurrió con la de trovador del siglo XII y sus seguidores), en un marco bastante elitista.

Entre sus libros se encuentran Admoniciones, El linchamiento de los caballos expósito, La ciencia de los adioses, Sombras viajeras, Toda la belleza del viaje, La cantante se va de gira, así como su más reciente publicación Ido a hurgar. Leer a Rolando Jorge es toda una experiencia; entrevistarlo, otra.

1.-En vez de comenzar preguntándote por tu más reciente libro, lo haré por el anterior, La cantante se va de gira, donde reúnes ocho cuadernos, con poemas escritos entre 1994 (poco antes de salir al exilio) y el 2009. ¿Qué te propusiste con ese volumen?

-Bueno, en La cantante se va de gira (título que extraigo de un poema escrito a raíz de la muerte de mi amigo Carlos Victoria) no me propongo nada. Ese libro es el simple discurrir de la poesía a través de diversas maneras de decir. El libro está dividido en ocho partes o cuadernos, y cada parte representa una etapa distinta de la otra pues a mí no me gusta repetirme.

2.-Tu poesía es hermética, pero no pasa inadvertida. Háblanos, por favor, de las formas, de cómo percibes la poesía.

-No, mi poesía no es hermética: éste último es un término más bien alquímico. Creo que al rememorar la vieja escuela provenzal, lo que escribo cae dentro del trobar clus (trobar ric) por su entramado, las búsquedas en el lenguaje, el humor, el sufrimiento, los mensajes velados para la inteligencia del lector, los ripios para influir o descocar a otros escritores en fin, la riqueza de estilo.

3- Alguien escribió que "adentrarse en la poesía de Rolando Jorge es nadar en aguas profundas... pobladas de vida vivida y leída". Cuéntanos de esas aguas profundas y de esa poesía vivida y leída, que parece ser, en esencia, tu poesía.

-Esa frase es de José Abreu Felippe, de quien admiro su cultura y un puñado de poemas con alta (harta) calidad. Realmente no soy un escritor libresco aunque las mejores atmósferas de mis libros deben su existencia, en parte, a mis lecturas. Pero yo creo fundamentalmente en la exaltación y la locura, la observación y la paciencia aunque parezcan contrarios que se unen a la hora de vencer a la página en blanco. Ripeness is all.

4-Tratas tu nuevo libro, Ido a hurgar, como un diario, en el que anotas reflexiones y elaboras ideas, creando una firme atmósfera poética. Háblanos del concepto del libro.

-Este nuevo libro que sale ahora bajo el sello de la Editorial Silueta de Rodolfo Martínez Sotomayor y la inefable Eva M. Vergara no es como un diario, es un Diario que comencé en los años setenta en Cuba y luego de cientos de páginas se extravía (o me lo extraviaron) porque alguien creyó peligroso el testimonio de la realidad registrada allí... Estos son unos fragmentos de lo anotado aquí en estos años.

5.-Resides en Miami donde la comunidad cubana lleva el peso de la vida cultural. Cómo ves ambiente artístico de Miami, que algunos tildan de páramo cultural.

-Sí, la comunidad cubana lleva el peso de la vida cultural en Miami, gran peso. Nuestro ambiente artístico es rico y pleno pero adolece de unidad. Los minúsculos clanes conspiran contra la salud del conjunto. Miami no es ningún páramo, es un campo de batalla.

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