'PALABRAS POR UN SUICIDA'
Por Olga Connor, El Nuevo Herald
Martes, 6 de febrero de 2007

En el Centro Cultural Español, bajo la égida de María del Valle, se llevó a cabo el martes pasado la lectura en honor a Juan Francisco Pulido, autor desaparecido, a quien le dedicaron sendas lecturas los escritores Carlos Victoria, Luis de La Paz, José Abreu Felippe y el editor del libro homenaje Palabras por un joven suicida, Rodolfo Martínez Sotomayor, quien saludó en primer lugar a la madre de Pulido, Elisa Martínez, a su hermano, Carlos Pulido, presentes en el salón. Fueron patrocinadores la Editorial Silueta y la revista electrónica El Ateje, que también copatrocinó el acto de poetas nuevos de hace unas semanas en el Pen Club de Escritores en el Exilio.

Recomiendo la compra de este libro que tiene una historia enigmática y sintomática de las repercusiones de la vida en Cuba. Los escritores de estos textos fueron los testimoniadores de la vida de Pulido, este muchacho perdido en el maremagno de nuestra historia cubana. Me sorprendió enormemente que el cuento Tres citas en el sur, de Victoria, tuviera que ver con Pulido. Pero luego nos encontramos con que Armando de Armas, De la Paz, Abreu Felippe, Joaquín Gálvez, Eva M. Vergara, Alain González, Belkis Cuza Malé, José Antonio Pino y Martínez Sotomayor también habían escrito cuentos y poemas sobre Pulido. Hay aquí artículos, testimonios, poesía, y también las obras del joven autor suicida, escritos impactados por su muerte o en él por su prevista muerte, en un amalgamiento que destila el sentido de la angustia, pero también de amistad y reconocimiento en el sufrimiento. Eso es el libro, la bella impronta de esas virtudes inmarcesibles.

Como dijo De la Paz esa noche: "Hay un misterio, deslumbrante e intenso, que funde en su propia dicotomía la vida física con la muerte real; la creación literaria penetrante y aguda, con esa otra existencia que se proyecta hacia el infinito, todo ello a través de las palabras, las imágenes, los recuerdos. La vida de Juan Francisco Pulido dejó, por voluntad propia, de ser, para transmutarse en muerte, pero su breve literatura ronda vasta y se espesa con el tiempo, y hoy está entre nosotros, por lo que, parodiando al maestro: un oscuro misterio me convida''.

Sotomayor recordó su personalidad: ''Nos agradaba su sentido del humor, una ironía que manejaba de forma precisa hasta en temas tan siniestros como la muerte. Sus poemas tenían una gran madurez, pero lo más asombroso fue su libro de relatos Mario in the Heaven's Gate y otros cuentos suicidas, con el que alcanzó el primer premio de narrativa Vitral 1999, en los que sus personajes, jóvenes como él, ansían o buscan la autodestrucción de las más diversas formas''. Extrañamente, al ver su foto, recuerdo haberme encontrado con él en algún paraje o reunión de Miami, y pretender que entonces me dijo alguno de sus versos: "Prefiero/ entonces/ escribir callado un triste poema sobre la dura/ realidad de los profetas''.

 
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