SERIE: EL REGALO DE RODOLFO: TRILOGÍA DEL PARIA
Por Zahylis Ferro, kontARTE
Martes, febrero 21 de 2012

Quien diga que palabras como cucaracha, estiércol, tiñosas y cloaca no son suficientemente poéticas para escribirse en versos, que le pregunten a Joaquín Gálvez. Pregúntenle luego de dónde saca frases como "cataclismo en mi pecho," "merecerse la noche" y "ser el escribano de la ruta azul de tu mirada" y como es capaz de mezclar las primeras con las segundas y hacerlas parte de un mismo poema. Y no olviden preguntarle cómo logra, en un batido perfecto de palabras y frases contrastantes, sintetizar sentimientos de hastío, marginalidad, angustia, furia, decepción y odio.

La poesía de Joaquín es pura pasión y rebeldía. Es grito. Es acusación. Es crítica. No es, sin embargo consigna. No se repite aunque su esencia se reitera. No pregona flores, pregona dardos envenenados que el comprador de rimas y melodías pudiera mirar con recelo.
Las tres partes de la vida de este paria que leemos en versos asimétricos, recogidos en el volumen Trilogía del paria (Editorial Silueta), traen consigo la carga de la -forzada quizás- transformación personal. Un paria que se niega a aceptar su destino se retuerce en la inmovilidad social, el tedio, la impotencia y busca fuerza dentro de sí para alejarse de la ciudad y crear sintonías que provoquen el amor...
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LAS COSAS POR SU NOMBRE
por Armando Añel, Cuba Inglesa
Jueves, 1 de julio de 2010

La poesía es también un acto delictivo. El poeta tiende a sumergirse en ámbitos exteriores y apropiarse de sus interioridades. Roba (lo que todo el mundo puede robar pero pocos tienen la capacidad de robar). Escudriña. Se apropia de lo otro y lo transforma para subvertirlo, o para recrearlo, o para embellecerlo. Lo otro: una mujer, una ciudad, un patio, una muchedumbre o, borgianamente hablando, la forma de la espada.

Esta apropiación de lo desconocido -dando por sentado que no se trata de lo desconocido literario, sino de lo desconocido existencial- pasado por el agua de la creatividad propia; esta delincuencia letrada, perpleja ante el descubrimiento y la apropiación de lo ajeno, resuena y se expande incesantemente. En Trilogía del paria (Editorial Silueta, Miami, 2007), el último libro publicado del poeta Joaquín Gálvez, la palabra alcanza esas alturas y otras muchas, hasta girar sobre sí misma y auscultarse asombrada. Leer más...

 

LA POESÍA DE JOAQUÍN GÁLVEZ: una discusión de su territorio
Por Adriana Herrera, Especial/El Nuevo Herald
Jueves, 22 de mayo de 2008

Este sábado, el círculo de lectura de West Kendall Regional Library, discutirá lo poético de Trilogía del paria, el más reciente libro del cubano Joaquín Gálvez, nacido a mediados de los sesenta y quien no en vano ha dedicado tres décadas de su vida al oficio de encontrar el verdadero nombre de las cosas a través del poema.

Tenía 19 años cuando abandonó sus estudios de medicina, hastiado de un entorno asfixiante buscó refugio en S.O.S., un grupo cultural independiente al que pertenecían otros poetas jóvenes de la época como Ernesto Olivera, que era, como él, de Guanabacoa, o como Ramón Fernández Larrea. En esa época, iluminado por la voz tierna y oscura de César Vallejo -que le dejó como impronta su sombra y la presencia desamparada de la lluvia que una y otra vez cae en el espacio de sus poemas- creyó posible intentar una transformación en la vida social de la isla. Leer más...

 

EL MAPA SIN TIERRA DE UN POEMA
Publicado por Marta Sepúlveda Góngora en su blog
Martes, 29 de abril de 2008

De Joaquín Gálvez conocí primero su poesía, me la tropecé entre ese planeta de papel en que vivo y que persigo todos los días en las librerías. Como siempre buscaba algo que me sacudiera el alma, algo que alimentara el hambre insaciable de combustible para continuar la tarea de escribir. Al leerlo se me llenó la cabeza de palabras, los dedos me picaron desesperados por encontrar algún teclado, un pedazo de papel en blanco, un lápiz, algo para dejar salir la emoción que me produjo. Por no tener a mano nada que sirviera, no tuve más remedio que atacar su libro Alguien canta en la resaca, llenarlo de notas, contradecirlo, criticarlo, admirar su genial manera de decir lo que yo tenía por dentro. Esto es lo que genera siempre un buen escritor; no en vano decía Borges que lo primero que nos surge, en un momento así, es envidia de la mala al pensar ¿cómo diablos dijo él exactamente lo que yo quería decir y no he podido? Leer más...

 

JOAQUÍN GÁLVEZ, EL PARIA VENCEDOR
Por Reinaldo García Ramos, Revista digital La zorra y el cuervo
Año II - Invierno de 2008

Cuando hace dos años nuestro amigo Joaquín Gálvez publicó su poemario El viaje de los elegidos, me pidió que dijera unas palabras para presentarlo, y yo accedí con gusto. En un breve texto que escribí para esa ocasión traté de expresar lo que en mi opinión era el tema más sobresaliente de esos poemas, a saber: "el viaje como metáfora de la existencia, como símbolo del transcurso metafísico que constituye toda vida". Y al comparar esos textos con los de Alguien canta en la resaca (su primer libro, publicado en el año 2000), dije en mi presentación que "la voz del poeta ha adquirido una coloración más irónica, más escéptica, y al mismo tiempo más convencida, más austera y directa".

En El viaje de los elegidos los lectores captaban enseguida esa unidad de intención y de tono. Los poemas de ese libro habían sido "gestados", según el propio Joaquín, en "corto tiempo, entre el 2000 y el 2002". Eso lo señaló el propio poeta en una entrevista publicada en julio de 2005,(1) en que añadió: "es ésta, sin duda, la razón por la que logro una cohesión temática y formal. (…) Este es un libro cuyo territorio existencial no es ningún lugar geográfico en específico y, aunque está permeado por la temporalidad, busca trascender la misma". Leer más...

 

'TRILOGÍA DEL PARIA'
Por Luis de la Paz, Diario Las Américas
Jueves, 15 de noviembre de 2007

Es casi inevitable que una parte significativa de la obra literaria de un escritor se enriquezca con la esencia de aquellos momentos que marcaron su vida. Es algo natural (necesario quizás) que lo cotidiano sea alimento de vida y fuente de inspiración creativa. Es como una savia que se deposita en la memoria y que luego el artista logra transformar en una imagen definitoria, en un sutil trazo de pincel o en una tonada. Esa parece ser la esencia de Trilogía del paria (Editorial Silueta, 2007) del poeta cubano Joaquín Gálvez, un cúmulo de sensaciones, de experiencias, más bien vivencias, que dejaron su huella en un hombre que se desenvuelve, crece, se hace adulto y creador en un entorno social muy particular.

De por sí el título del libro es sugerente y turbulento, pues antepone la premisa de ser el escritor un marginado social, un paria. En este caso un marginado en su tierra y en el exilio. En la suya por la falta de libertad y en el destierro por su condición de extranjero. Joaquín Gálvez ofrece un libro estructurado en tres partes compactas y precisas: Últimos suspiros de la inocencia (La Habana, 1985-1987), Poesía debajo de la tierra (New Jersey, 1993-1995) y Premonición del iniciado (Miami 2004-2006), quedando demarcado el contexto de sus poemas. De manera que en este pequeño volumen se reconcilia, a través de una poética que se crece y toma vuelo, tres momentos vitales en la vida de su autor, que discurren entre la Isla anclada en el pasado y el exilio, dejando un testimonio que asciende con la magia de las palabras. Leer más...

 

TRES MOMENTOS DEL PARIA
Por Juan Cueto-Roig, Revista digital Decir del agua
Segundo ciclo/Cuarta entrega/Octubre de 2007

Trilogía del paria es un pequeño libro de sólo 17 poemas, dividido en tres secciones que corresponden a tres etapas geográficas y cronológicas de la vida de su autor, Joaquín Gálvez (Cuba, 1965). Curiosamente, los poemas que conforman cada una de las secciones fueron escritos en un lapso de igual duración (dos años): Último suspiro de la inocencia (1985-1987), entre sus 20 y 22 años de edad. Poesía debajo de la tierra (1993-1995), entre sus 28 y 30. Y Premonición del iniciado (2004-2006), entre sus 39 y 41.

En la primera parte, el poeta se refugia de lleno en la poesía, sin apenas referirse al horror que le rodeaba mientras vivió en su patria. Encabeza esta sección Arte Poética, una búsqueda desesperada de su voz como escritor: un cataclismo que me haga comprender que el arpa aún existe. En Sinfonía para provocar el amor, el autor es un joven en la plenitud de sus veinte años que sublimiza la ilusión amatoria y en un arranque de exaltación le dice a la enamorada: Todo sucederá, amor, (…) más allá de las lindes de otras lenguas. / Entonces seremos un pretexto para la aurora, / y las publicaciones de Marte anunciarán: / "Se observaron señales de vida / en un accidente de la Tierra".
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FUERA DE LA JAULA
Por Denis Fortún, Diario Las Américas
Sábado, 22 de septiembre de 2007

Se ha hablado mucho de la pureza de la poesía, y los hay que van por el mundo buscando (con muy buenas intenciones tal vez) todo tipo de fórmulas para definir a un poeta como incontaminado, pulcro, y hasta candoroso a la hora de dignificarlo, y se olvidan que un oficio como el de poeta para nada tiene que ver con ecuaciones químicamente puras y superfluas. Cuando una de las herramientas más comunes de un hacedor de versos es la catarsis, que hurga en la propia laceración de sus entrañas, porque es un animalito éste que va nutriéndose de sus emociones, de sus olores, y más que todo de su propio dolor, incluso los ajenos, y hasta los mundiales si le sirven para su propósito; por supuesto que no hay castidad e inocencia cuando de desgarramiento se trata. Para probarlo está el más reciente libro de Joaquín Gálvez, Trilogía del paria (Editorial Silueta, 2007) y aseguro esto a pesar de que a lo mejor su autor no coincide conmigo en cuanto a mis aseveraciones a lo que de "candideces" se trata. Leer más…

 

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