FUERA DE LA JAULA
Por Denis Fortún, Diario Las Américas
Sábado, 22 de septiembre de 2007

Se ha hablado mucho de la pureza de la poesía, y los hay que van por el mundo buscando (con muy buenas intenciones tal vez) todo tipo de fórmulas para definir a un poeta como incontaminado, pulcro, y hasta candoroso a la hora de dignificarlo, y se olvidan que un oficio como el de poeta para nada tiene que ver con ecuaciones químicamente puras y superfluas. Cuando una de las herramientas más comunes de un hacedor de versos es la catarsis, que hurga en la propia laceración de sus entrañas, porque es un animalito éste que va nutriéndose de sus emociones, de sus olores, y más que todo de su propio dolor, incluso los ajenos, y hasta los mundiales si le sirven para su propósito; por supuesto que no hay castidad e inocencia cuando de desgarramiento se trata. Para probarlo está el más reciente libro de Joaquín Gálvez, Trilogía del paria (Editorial Silueta, 2007) y aseguro esto a pesar de que a lo mejor su autor no coincide conmigo en cuanto a mis aseveraciones a lo que de "candideces" se trata.

Trilogía del paria, que en la obra poética de Gálvez vendría a ser el tercer cuaderno que publica el autor, es una compilación de poemas que van desde su juventud en La Habana, que me atrevo a colimar en su natal Guanabacoa, y continúan luego en el exilio, en New Jersey más exactamente, y que después terminan como disperso en cuanto a espacio y tiempo en Premoniciones, que viene a ser la tercera parte y final de un libro que no me cabe dudas antecede a los dos que ha publicado anteriormente. Pero todo casi siempre pasa cuando tiene que pasar, y no por gusto este cuaderno sale con este supuesto retraso (más que todo por un excesivo cuidado de su autor)

Trilogía del paria (al decir de Rodolfo Martínez Sotomayor) es un cuaderno, que entre otras cosas es testigo de su tiempo y para la gran mayoría de cubanos que estamos fuera de Cuba, Miami es una sede perpetua de este tiempo que nos toca y un testigo de primera fila. En una ciudad rodeada de expressways, Joaquín Gálvez se olvida del asfalto que la "encajona", se burla de velocidades, de la premura de llegar temprano y al regresar pasar por el supermercado, y nos da en su voz, la que nunca ha dejado de ser poema, unos versos para nada cándidos e "incontaminados" porque son comprometidos, acusadores y hermosos, y se convierten en una suerte de arte poética, que eso sí, va cargada de una velada inocencia en ocasiones, lo que para muchos quizás los confunda con candor, adjetivos sinónimos, pero que aquí no significan lo mismo porque es aguda y mordaz, y con intención acusa, transgrede, y es irónica y es auténtica al punto que muestra las dos caras de una luna que deja de ser misterio en una de sus partes porque todo para el poeta es posible; incluso, se atreve a anunciar que por primera vez en Martes se ha descubierto que en la Tierra hay vida inteligente.

Trilogía del paria es un libro de poesía desnuda, magistralmente impúdica y muy distante de buscar atajos de pudores mojigatos y cándidos, y lo mejor, que para nada son versos crudos o soeces o que grafican crueldades y excrecencias, aún cuando no las esconden porque en todo momento te dicen que están ahí, porque también es una poesía de realidades desheredadas y repletas de desdicha. Son poemas que nacen fuera de su jaula por oficio del autor al instante de crear, donde se desdobla el hombre y es poseído por el poeta excelente que habita en sus dos soledades interiores, la del ser que suda y sufre en la cotidianeidad más simple y la del poeta que se alimenta de él y de lo tremendo que sus sentidos recogen y que convierten en un arte al verso que para nada es inocente, sino intuitivo, lo que lo transforman en un hacedor del que hay que leerse todo lo que escribe, y no escucharlo, sino leerse una y otra vez sus versos, y volverlos a leer, y más que todo por disfrutar de ese ejercicio que practica tan bien Gálvez, el de construir verdaderas imágenes que hacen de la muerte un zapatazo, de la locura una pregunta que tememos hacernos y ni hablar de la industria alimenticia: que otra vez ampliaba la enciclopedia del abismo en nuestro estómago. Ejercicio sin dudas que llega a agotar pero que Gálvez nunca podrá darse el lujo de cansarse porque nos va a privar entonces de su disfrute, algo que sin dudas se siente cuando se lee Trilogía del paria, un libro de poemas como el que ha publicado esta vez Joaquín Gálvez.

Denis Fortún, escritor cubano residente en Miami, autor de Zona desconocida.

 
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