'DE LA LUZ SU FONDO', de Efraín Riverón
Por Félix Luis Viera, Cuba Encuentro
Viernes, noviembre 2 de 2012

Efraín Riverón (La Habana, 1942) nos ha entregado recientemente, por medio de la Editorial Silueta, otro libro de décimas… pero ahora son décimas de cinco sílabas; así mismo. Cultor, estudioso de la métrica, la estrofa, el poeta, que desde hace años vive en Miami, da a la luz 87 páginas que incluyen 57 poemas breves, muy breves, dispuestos en cinco secciones.
La soledad, la invalidez física que una vez padeciera, llevó a Riverón a concebir este poemario donde, de nuevo, nos entrega poesía rimada -de tono menor, según los cánones que establecen el "tono" de acuerdo con la extensión del verso- y de nuevo nos hallamos con el candor del hombre que parece nacer cada mañana. Hay escritores que esconden su personalidad y, así, hallamos la verdadera -personalidad- en su obra. Hay otros, como Efraín Riverón, que son la copia viviente de lo que escriben; o, si quieren, viceversa. El ser que, en su adultez, resulta totalmente adulto, no suele ser gran cosa; el que sigue siendo un poco, al menos un poco niño, suele ser gran cosa.

De la luz su fondo, por lo antes dicho, viene a ser un poemario en el cual el talento, o la inteligencia, o la erudición dan paso momento a momento a esa inocencia con que los poetas suelen decirnos verdades impactantes y sentencias rotundas. Como en uno de sus poemarios anteriores, Después de la ceniza -en mi opinión superior al que ahora nos ocupa-, en este el poeta logra muchas ganancias cuando asume el hecho poético a partir de un lenguaje fresco, en ningún momento impostado por la circunstancia de la rima (ya sabemos de los tantos asesinatos poéticos que se han cometido en nombre de la rima). Algo que permanece en De la luz su fondo es el amor por la naturaleza, pero de ningún modo esta maravilla la hallamos atiborrada de zunzunes, sinsontes, palmas reales, cocuyos, caminos rurales y esas cosas que, claro, pueden formar parte de un predio humano-poético pero que, al inscribirse en demasía en este, han hecho que la décima cubana se "aguajire" demasiado. Leer más...

 

'DE LA LUZ SU FONDO'
Por Luis de la Paz, Diario Las Américas
Jueves, mayo 24 de 2012

El título de este poemario de Efraín Riverón (Güines, La Habana, 1942), es enigmático, insondable, porque nos convoca desde la intensidad de lo más vital, la luz, hacia algo profundo que puede ser vida, pero también muerte, que conduce (al fondo), generalmente oscuro, de esa misma estremecedora luminosidad que desafiante, intimida. De la luz su fondo (Editorial Silueta, 2012), es un volumen de décimas, la mayoría de ellas en versos pentasílabos, donde convergen los más disímiles elementos de la flora y la fauna, de los lugares y la gente.

Riverón concatena con pleno dominio de la métrica, y en particular de la brevedad que requiere el pentasílabo, una serie de anécdotas de temática popular, pero las fábulas que forja con cadencioso ritmo, contienen un tejido más pretencioso. El escritor Ángel Velázquez Callejas, en un concienzudo artículo sobre este libro, publicado en Neo Club Press, resalta la semejanza, más bien las coincidencias, entre los pentasílabos de Riveróny los haikus japoneses, señalando: "La influencia del formalismo haiku (la estructura expositiva y expresiva del haiku) en esta propuesta [De la luz su fondo] es un hecho que pudiera estar enmascarando un sentido de rompimiento, a veces por la necesidad de hacer de las imágenes, el imago, todo un sistema compacto y silencioso. No estaría mal asumir esta responsabilidad constructiva del autor cuando la experiencia poética se sobrepone al formalismo del verso". El haiku, como se sabe, establece una estructura poética silábica de 5-7-5, de manera que su disposición tiene hasta en su mecánica curiosos lazos con las décimas del poeta güinero. Leer más...

 

'DE LA LUZ SU FONDO, IMPULSO HACIA EL MISTERIO'
Por Ángel Velázquez Callejas, Neo Club Press
Martes, mayo 15 de 2012

Con una magnífica introducción a cargo de Ignacio T. Granados, hoy leemos de un tirón, con gracia y deleite, la última entrega del poeta cubano Efraín Riverón, De la luz su fondo (Editorial Silueta, 2012), cuyo título me parece adecuado y puntual. Como bien señala Rolando Jorge en la contraportada del libro, Efraín "el hombre" (el humano) canta su visión, cosa que para mí hace de este poemario, breve y conciso, un pretexto para decir además que gran parte de las vivencias cotidianas de este autor, las que por medio de la poética al uso ha expresado, se yuxtaponen en una sobresaliente coherencia entre experiencia, significado y lenguaje.

Tal y como se dice en la introducción, este es "un libro de décimas, con la peculiaridad de que sus versos no son octo, sino pentasílabos, una originalidad extrema…". Y me parece que es verdad. Ahora bien, la influencia del formalismo haiku (la estructura expositiva y expresiva del haiku) en esta propuesta es un hecho que pudiera estar enmascarando un sentido de rompimiento, a veces por la necesidad de hacer de las imágenes, el imago, todo un sistema compacto y silencioso. No estaría mal asumir esta responsabilidad constructiva del autor cuando la experiencia poética se sobrepone al formalismo del verso. Leer más...

 
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