TIEMPO VENCIDO, NUEVA PUBLICACIÓN
Por Jesús Hernández, Diario Las Américas
Sábado, 26 de septiembre de 2009

Tiempo vencido (Editorial Silueta 2009) es un libro que puede leerse prácticamente de un tirón, pero merece ser leído sin prisa para disfrutarlo a plenitud y también asimilarlo. Quince cuentos que rondan la supervivencia y se vanaglorian con todo derecho de haberla vencido.

Cuentos precisos como El hombre de lejos, que aborda la pérdida de la inocencia en un medio adverso; La pared frente al flamboyán, que evoca a la fragilidad de la existencia como protagonista; o Después del noticiero, que tiene por argumento a la familia por encima del mal recuerdo.

El tiempo, cuyo paso hay quien asegura es el mejor consejero, vuelve a ser uno de los ingredientes en la escritura del autor cubano exiliado en Miami, de quien conocimos antes Un verano incesante y El otro lado, ambos publicados por Ediciones Universal.

"Definitivamente en los relatos de Tiempo vencido hay curiosas, inquietantes y atentas visitaciones al tiempo. En algunos de los textos se aprecia un morboso y curioso interés por indagar en los efectos que el tiempo ejerce en la cotidianidad de las personas", explicaba Luis de la Paz, a lo que agregaba "muchas de estas preguntas me las hice tras la muerte de mi madre, momento crucial en mi existencia".

Con Un verano incesante vinieron los cuentos inspirados en la vida en Cuba y con El otro lado la percepción sobre este lado que es Miami. No obstante, en Tiempo vencido hay una cantidad similar de cuentos de un lado y el otro. Curiosa relación que pudiéramos vincular con cierta secuencia cronológica necesaria o la respuesta a los tantos años de exilio.

"Han sido diferentes etapas y momentos", aclara el autor. "En Un verano incesante hay una clara mirada a Cuba, pero, salvo excepciones, la perspectiva es desde la distancia, desde la orilla del destierro. En El otro lado, hay algunas observaciones sobre el exilio y las huellas que éste ha dejado en mí, en mi entorno, en la gente que me rodea, y que de alguna manera han ocupado un espacio en mi literatura". Y a esto Luis de la Paz agrega, "Yo llevo viviendo fuera de Cuba más tiempo que todo el tiempo que viví en la Isla, esa realidad es determinante en la obra de cualquier escritor, aún, cuando su raíz prevalezca siempre en lo que escribe, hay una disociación insalvable".

Son quince cuentos, muchos escritos en primera persona, que no precisamente tienen por qué tener rasgos autobiográficos, pero sí parecen mostrar la realidad que le tocó vivir a millones de cubanos en un lugar y el otro.

"He intentado manejar distintas voces expresivas", explica el escritor. "Desenvolver las narraciones en ángulos que, en algunos casos, convergen. Ciertos cuentos repiten hechos, aluden a episodios, retoman referencias y eso es intencional, intentando reflejar que hay algo cíclico en la vida; siempre se vuelve al punto de partida. En Balseros, para poner un ejemplo, hay una búsqueda de la libertad, la misma que hubo en 1980 cuando el éxodo del Mariel, que fue mi experiencia".

Incluso hay cuentos que ejercen un sensible homenaje a sus amigos Eddy Campa, Herberto Dumé y Reinaldo Arenas, así también como a la literatura, como La otra cara de la luna, "donde retomo el cuento Vencedor de José Abreu Felippe, recogido en su libro Cuentos mortales".

Luis de la Paz reluce su estilo preciso otra vez, así como reafirma la realidad que apunta a un final inesperado, que en algunos casos alcanza fuerza sensacional.

"El cuento tiene reglas precisas, por eso a veces resulta difícil lograr un buen relato", argumentaba. "No puede haber dispersión, ni excesos. No debe haber distracción y es fundamental cerrar en el momento exacto".

"Me gustan los finales de impacto", afirma. "Eso lo considero fundamental para redondear un cuento. El día de la presentación, leeré Llegó Daniel, cuyo final da un giro radical".

Asimismo, Luis alega que recrea episodios personales en algunos de los cuentos, "aunque siempre hay su importante dosis de ficción".

Luis de la Paz fue responsable por la recopilación de textos y documentos que produjo el libro alegórico Reinaldo Arenas, aunque anochezca (Universal, Miami, 2001). Un cuento suyo es recogido en Cuentos desde Miami (Poliedro, 2004) y otro en Palabras por un joven suicida (Editorial Silueta, 2006). Fue editor de las revistas literarias virtuales Nexos y El Ateje, así como miembro editor de la revista Mariel. Actualmente es columnista de Diario Las Américas en Miami.

Tiempo vencido es el séptimo libro publicado por Editorial Silueta, que dirige en Miami el también escritor Rodolfo Martínez Sotomayor. Títulos como Barrio Azul de José Abreu Felippe, Veintiún cuentos concisos de Juan Cueto Roig y Sakuntala la Mala contra la Tétrica Mofeta de Daniel Fernández conforman el acervo de la casa editora junto a Trilogía del paria de Joaquín Gálvez y Como casi nadie sabe de Carlos Barrunto, así como Palabras por un joven suicida que recoge un sentido homenaje a Juan Francisco Pulido.

La presentación del libro Tiempo vencido, a cargo de los escritores Rodolfo Martínez Sotomayor y José Abreu Felippe, tendrá lugar en el Centro Cultural Español, 800 Douglas Road (Calle 8 y avenida 37) local 170, Coral Gables, el miércoles 30, a las 7 p.m.

 

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