Por estos libros vemos pasar los miedos y las derrotas; cuando se abre una puerta o se divisa alguna luz, es que viene a recibirnos el fracaso o la traición. Pero son también libros adonde acuden el perdón y la belleza, ganancias con que el poeta regresa de la soledad y las marginalidades que atraviesa. Aquí se muestra un sujeto escindido, turbado aun, desde aquel descubrimiento adolescente en que se juntaron sordidez y belleza en el mismo minuto.
Son libros del desasosiego, pero también páginas escritas con toda fe. El lenguaje, los paisajes iluminados por el dolor, la quemante sexualidad, la familia rota, la memoria insular, los amantes de ayer y la soledad permanente se explayan en estos versos con tal naturalidad que es ya un estilo propio. Y también un privilegio de ciertos lectores que hace veinticinco años releemos a Juan Carlos Valls.

Roberto Zurbano

silueta@editorialsilueta.com